La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que afecta a un gran número de personas en todo el mundo.
Que no debo hacer si tengo dermatitis atópica
Evita rascarte o frotar intensamente las áreas afectadas, ya que esto puede empeorar la irritación y la inflamación de la piel. También es recomendable evitar el uso de productos de limpieza agresivos o con fragancias fuertes, ya que pueden desencadenar o agravar los síntomas de la dermatitis atópica. Además, es importante evitar el contacto directo con sustancias irritantes como detergentes, productos químicos o perfumes. Mantén tu piel hidratada utilizando cremas o lociones recomendadas por tu dermatólogo y evita el uso de prendas de vestir ajustadas o hechas con materiales irritantes.
Qué empeora la dermatitis atópica
El empeoramiento de la dermatitis atópica puede ser causado por diversos factores como:
1. Exposición a alérgenos: El contacto con sustancias alergénicas como el polen, el polvo o ciertos alimentos puede desencadenar una reacción en la piel y empeorar los síntomas de la dermatitis atópica.
2. Cambios climáticos: Las condiciones climáticas extremas, como el frío intenso o el calor excesivo, pueden irritar la piel y agravar la dermatitis atópica.
3.
Estrés emocional: El estrés y las emociones intensas pueden desencadenar brotes de dermatitis atópica o empeorar los síntomas existentes.
4. Exposición a productos químicos irritantes: El contacto con detergentes fuertes, productos de limpieza agresivos o ciertos materiales como lana o nailon pueden irritar la piel y empeorar la dermatitis atópica.
5. Fricción y sudoración: El roce constante de la piel, especialmente en áreas de pliegues como codos o rodillas, así como la sudoración excesiva, puede empeorar la dermatitis atópica.
Es importante evitar o minimizar la exposición a estos factores desencadenantes para controlar la dermatitis atópica y reducir su empeoramiento. Recuerda también seguir las recomendaciones de tu médico o dermatólogo para el cuidado adecuado de la piel.
La dermatitis atópica es una condición de la piel que puede resultar incómoda y molesta. Es importante buscar la orientación de un dermatólogo para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuado. Recuerda seguir las recomendaciones y tratamientos prescritos por el especialista, y mantener una buena rutina de cuidado de la piel, incluyendo hidratación regular y evitar los desencadenantes conocidos. ¡Espero que encuentres alivio pronto y que tu piel se mantenga saludable! ¡Hasta luego!